Punk Rock Fitness
Vistos de manera convencional, el punk rock y el fitness no tienen mucho que ver. Sin embargo, cuando experimentamos estos estilos de vida a fondo y en carne propia, podemos comprender que esto no es así. Ya que entre el punk rock y el fitness existe una relación fundamental. Ambos requieren elegir vivir de un modo que se rebela al sistema y rechaza la basura que este nos ofrece mediante acciones concretas.
La rebeldía de los jóvenes suele ser ignorante y fácil de impresionar y manipular. Más que una propuesta clara de alguna alternativa de como vivir, esta suele ser una fase de la vida marcada por ideologías y modas pasajeras. Esta búsqueda de identidad sin conocimiento de causa, o la pura gana de llevar la contra porque sí, carece de propósito y termina convirtiéndose en simplemente otra forma de obediencia.
Cualquier tipo de obediencia, no importa si es a la tradición, al estado, a la religión, a los sistemas educativos, al status quo, o cualquier tipo de fanatismo en general, es veneno para el desarrollo y expresión de la vitalidad latente de cada ser humano. Todas estas instituciones nos están enseñando a obedecer ciegamente y no cuestionar nada. Es por ello que nos corresponde aprender a ser libres y conocernos a nosotros mismos.
El punk rock no es usar candados en el cuello o peinarse con cresta. Ni si quiera se trata de la música que escuchas. El punk rock es la capacidad que tenemos de lograr una expresión auténtica de quienes somos y como queremos vivir. Es más que apariencias o discursos; es un estilo de vida que somos libres de cultivar.
Asumir responsabilidad y esfuerzo real son indispensables en este proceso. En esto el fitness es igual. Cuando hablamos de tener un cuerpo “fit” deberíamos mejor hablar de ser un cuerpo “fit”. Porque el cuerpo que tenemos no lo podemos comprar ni conseguir afuera, debemos habitarlo y construirlo desde adentro en concordancia con nuestros valores personales.
Este modo de vivir rechaza la inercia del sedentarismo y la comida chatarra. Rechaza la inercia del entretenimiento basura y perder el tiempo. Rechaza vivir en el piloto automático del status quo porque tiene su propio sistema de navegación. Ser un cuerpo fit implica ponerte en acción y trabajar por lo que quieres construir. Significa que obedeces los valores que has creado y que con tus actos vives reflejando estos valores.
El punk rock fitness es el antídoto a vivir en ciega obediencia mientras nuestro potencial creativo y vital se desperdicia al igual que todo lo desechable de esta era. Nuestra rebeldía ya pasada cierta edad debe enfocarse en proteger nuestra atención y aprovechar nuestro tiempo. Ya no es momento de rebelarnos hacia algo imaginario que inventamos. El enemigo es real y lo enfrentamos todos los días.
Exceso de dopamina constante sobrecargando nuestros cerebros. Redes sociales que nos quitan tiempo de vida y atención del mundo real. Comida chatarra que nos enferma y medicamentos que nos venden plástico y alivio temporal de la enfermedad que día tras día nos creamos.
Pero podemos elegir vivir de modo diferente. Cambiar nuestra vida hacia algo más auténtico, sano y vital, no requiere de grandes gestos ni de promesas vacías. Requiere compromiso cotidiano y constancia. Requiere entender que somos seres conscientes con un tiempo y un cuerpo finito que o aprovechamos o desechamos. Una vez que hagamos consciencia real de esto y tomemos la decisión de que queremos para nosotros podemos poner manos a la obra y tomar el rumbo de nuestras vidas.
Es aquí justamente donde el fitness y el punk rock se entrelazan. Vivir la vida en tus propios términos es mucho más complejo y demandante que simplemente obedecer. Porque tu libertad está en tus manos, pero debes poder sostenerla. Creo que lo más antisistema que podemos hacer es reclamar nuestra autonomía y llevar a cabo nuestro proceso de individuación. Haciéndonos cargo de nosotros mismos, física, metal, emocional y espiritualmente. Punk rock fitness; aptos para ser libres.
Este es el enfoque que aplico en mis entrenamientos. No se trata solo de tener un cuerpo fuerte, sino de recuperar la autonomía sobre tu vida.